El justificado a ambos lados en los textos no es una buena opción
Justificamos lo injustificable
La justificación del texto es un tema que en el mundo del diseño siempre ha dado qué hablar, ya que como todo, tiene sus detractores y defensores. La cuestión de su uso siempre ha estado rodeada de controversia. Esto es así porque, al fin y al cabo, se trata de un tema estético, y como para gustos los colores…¡He aquí el debate!
Queremos saber qué opinas tú al respecto, pero primero es aconsejable conocer el tema sobre el que se habla. Por eso, vamos a contarte en qué consiste el texto justificado para que tú también puedas posicionarte.
Contenido
¿QUÉ ES JUSTIFICAR UN TEXTO?
¿QUÉ ES JUSTIFICAR UN TEXTO?
Justificar un texto consiste en alinear los párrafos para que todo quede dentro de un cuadro perfectamente simétrico, es decir, que todas las líneas tengan la misma longitud. Esto se hace con la idea de crear un ritmo de lectura horizontal, que guíe al lector por la página. El texto justificado se utiliza en libros, revistas, periódicos, y otros tipos de soportes en papel. Suele gustar por la costumbre de verlo así en los medios escritos tradicionales. Para hacer una buena justificación, es necesario elegir cuidadosamente y tener en cuenta ciertos aspectos como: tamaño y tipo de letra, separación de sílabas, longitud del texto, etc.
¿POR QUÉ JUSTIFICAR?
¿POR QUÉ JUSTIFICAR?
Las principales ventajas que aporta un texto justificado, residen en un mayor orden visual, así como la posibilidad de crear líneas imaginarias que dividan un texto de otro de diferente temática que se encuentre al lado. De esta manera, evitamos generar confusión en la lectura. Lo cierto es que a pesar de esto, la razón que más peso tiene a la hora de querer justificar un texto, es estética. Bien porque algunos puedan pensar que se ve más atractivo, o bien porque se quiera transmitir una imagen de sobriedad, elegancia y estilo.
LOS RIESGOS DEL JUSTIFICADO
LOS RIESGOS DEL JUSTIFICADO
Guste más o menos, en medios impresos suele ser más aceptable el uso de un texto justificado, ya que como hemos dicho anteriormente, se trata de una cuestión estética y de amplia opinión.
En primer lugar, el problemas más grave y frecuente del texto justificado consiste en los llamados ríos blancos. ¿Qué es esto? Pues ni más ni menos que los grandes espacios que se generan entre palabras, para que el texto encaje dentro del encuadrado y los renglones tengan la misma longitud. Los procesadores de texto modernos y los softwares de autoedición, justifican los textos mediante el ajuste automático del espacio entre palabras y letras para llenar todas las líneas excepto la última. Sin embargo, sin una cuidadosa calibración de los ajustes, esto puede dejar grandes espacios entre palabras. Esto espacios en blanco no deseados se llaman “ríos” debido a la forma en que parece que corren a través de las líneas del párrafo. Por este motivo, un texto justificado sólo funciona realmente cuando genera una masa compacta, sin la presencia de estos ríos o calles en blanco.
Otro riesgo del justificado reside en que, aunque en un principio se realice con el fin de facilitar la lectura, esto puede resultar algo contraproducente. La causa es que resulta mucho más sencillo seguir la línea por la que se va leyendo en un texto sin justificar, ya que los renglones son de longitudes diferentes y se reconoce mejor la última que has leído.
JUSTIFICAR TEXTOS EN WEB
JUSTIFICAR TEXTOS EN WEB
Cuando se da el salto del papel a la pantalla, la cosa cambia bastante. ¿Los motivos? Te los contamos a continuación.
Existen varias razones por las que se desaconseja, en la mayoría de los casos, el uso de textos justificados en soportes digitales (páginas web, blogs, etc). El principal motivo es que una buena justificación, requiere una cuidada elección de elementos que ofrecen las herramientas profesionales con las que se crean las publicaciones: tipo y tamaño de letra, ancho de la página, longitud del bloque de texto, separación de sílabas, idioma, el propio texto del contenido, etc.
Por desgracia, en una página web no se puede controlar ninguno de estos elementos, por lo que las justificaciones de texto rara vez están justificadas, ya que seguramente, el resultado será peor de lo esperado. Los navegadores no están preparados para generar textos justificados, no pueden partir palabras y aparecen los no deseados y ya comentados ríos blancos. En general, se desaconseja la justificación en páginas webs. Esto es algo que bien saben los principales medios de comunicación, ya que periódicos de todo el mundo, como El País, El Mundo, BBC o el New York Times, no usan textos justificados en sus webs.
Justificación de textos en un dossier, flyer o tríptico
En tiempos donde la legibilidad y la accesibilidad están muy a la orden del día y se invierte en ellos, es importante no hacer nada que interfiera en dicho propósito. En el caso de la justificación de textos en dossieres, flyers o trípticos, tendría más cosas negativas que positivas y ahora veremos por qué.
Empezando por los dossieres, recordemos que abarca un conjunto de documentos o de informes que comprenden un determinado tema. En este caso, el hecho de justificar los textos daría lugar a una peor legibilidad, justo lo contrario a lo que se busca en este tipo de documentos, donde se trata de explicar algo.
Para desarrollar un dossier de calidad, es mejor no introducir técnicas que hagan que los documentos sean menos accesibles y que interrumpan la lectura, porque sería un obstáculo para el lector. Puede que se vea más bonito visualmente, pero no es el camino a seguir.
Pero, ¿qué ocurre con la justificación de textos en flyers? En este caso, es considerado como uno de los productos promocionales más efectivos del mercado a la hora de hacer campañas de marketing. Tiende a convertir muy bien y contribuyen a transmitir un mensaje, normalmente de carácter publicitario para que los clientes potenciales descubran un nuevo sitio de interés, promoción, etc.
Con los flyers, se pretende que el ciudadano que lo recibe se convierta en cliente. Por lo que, es muy importante no cometer ningún error en el diseño.
Si prestamos a las reglas de diseño gráfico que no se pueden romper, una de ellas habla del texto justificado. Éste puede ser engañoso, pero da lugar a problemas. Si se utiliza mal, puede haber párrafos con menos palabras por línea, dado que esta herramienta extiende las letras de izquierda a derecha de manera torpe, lo que hace que aparezcan espacios irregulares entre palabras y letras y quede mal visualmente. Un mensaje que no calará igual que tratándose de un flyer sin texto justificado.
Siempre es recomendable imprimir un par de flyers de prueba para ver cómo es el resultado impreso, para no equivocarse y obtener los mejores resultados posibles; que el consumidor se siente atraído por el mensaje que se transmite.
¿Qué ocurre con los trípticos? ¿Hay que justificar el texto? Es similar al flyer, aunque diferente. Es básicamente un folleto informativo doblado en tres partes, que estarás acostumbrado a ver sobre todo en museos, atracciones, etc.
Cómo imaginas teniendo en cuenta su utilidad, los trípticos nos aportan una información valiosa. Por ello, es importante que estén bien escritos y que se respeten todas las reglas de diseño gráfico, como es el caso de la herramienta de justiciar.
Si se justifican los textos, se podrían mover y haber espacios irregulares entre algunas palabras y letras del tríptico, haciendo que se vea visualmente peor y no transmita confianza al cliente o incluso dificulte la lectura. Algo que no se puede permitir en tiempos de legibilidad y accesibilidad.
¿Es buena idea justificar los textos en un packaging?
Esta problemática, podemos llevarla también al sector del packaging. En la actualidad, está muy en auge y tiene muchísima importancia. Ya no se trata únicamente de vender un producto, sino de cuidar su envoltorio para que los clientes lo elijan por encima de otro.
En la actualidad, el packaging se tiende a hacer más bonito y a cuidar mucho los materiales elegidos, para que sea sostenible con el medio ambiente. Son características que los clientes tienden a buscar hoy en día.
Para que el packaging se vea perfectamente cuidado, limpio y bonito, es importante no caer en el error de la justificación de los textos, porque podría moverse alguna letra o palabra y quedar mal. Siempre recomendamos revisar un par de veces el resultado final antes de pasar a la impresión.
Ten en cuenta que, el cliente valora más que nunca el packaging. Lo eligen tanto para hacer un regalo especial de empresa, como para cumpleaños, Navidades, etc. Se valora más que nunca la apariencia y puede ser determinante a la hora de comprar un producto u otro. Porque los ojos nos llevan hacia un packaging mejor.
Justificación de textos en apps
¿Y en el caso de las apps móviles o programas? Cómo imaginas, la justificación de texto no solamente abarca las impresiones físicas, dado que el problema también se puede percibir de manera online a través de aplicaciones móviles o software.
Es decir, si entramos en una app y accedemos a determinada información, si se produce la justificación se podrían ver las letras extendidas de mala manera hacia los lados, provocando espacios y que se lea mal. No quedaría nada bien y sería una piedra en el camino para la lectura, porque resultaría molesto.
Evidentemente, depende de la app en cuestión. Las que tengan como finalidad mostrar una información para leer, puede ser un error fatal. Mientras que, tampoco queda serio en una app de empresa o que ofrece una determinada funcionalidad. No solemos encontrar justificaciones en los textos.
La accesibilidad y la legibilidad, más en auge que nunca
A la hora de diseñar productos y servicios, se está prestando especial atención al cuidado de los textos y de las imágenes. Digamos que, este tipo de contenido tiene más importancia que nunca. Los usuarios son cada vez más exigentes.
Se valora la usabilidad, la accesibilidad, la legibilidad, el uso de tipografías que se entiendan, etc. No todo vale. Hay mucha competencia y es importante hacerlo bien, seguir unas ciertas pautas para llegar al cliente final de la mejor manera, sin poner impedimentos. Sin que tenga problemas para entender lo que está leyendo.
Es importante optar por un tipo de letra que se entienda, que tenga un tamaño óptimo y que todo esté perfectamente escrito y alineado, sin que la justificación del texto mueva los párrafos y termine cambiando las letras y las palabras de sitio.
La idea está en facilitarte las cosas al usuario durante la lectura, no entorpecer dicho proceso. Es por ello que no, no recomendamos justificar lo injustificable.
CONCLUSIONES
CONCLUSIONES
Son muy pocas las ocasiones en las que es correcto el uso de texto justificado. Por ejemplo, si se hace autoguionado y en los medios impresos. Generalmente, hay que evitar en la medida de lo posible justificar, y más aún cuando se trata de medios digitales. Las principales causas por las que se desaconseja son la legibilidad y accesibilidad.